La Comisión Mundial para el Medio Ambiente y el Desarrollo, establecida por las Naciones Unidas en 1983, definió el desarrollo sustentable como el «desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer las capacidades que tienen las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades». Dado este marco, sean cual sean las propuestas y modificaciones posteriores a esta definición es fundamental desarrollar una base instrumental y de diseño de la agricultura que internalice esta forma de concebir la sociedad humana y sus relaciones con el ambiente, considerado como una base limitada de recursos, sensible estructuralmente a las tecnologías que son utilizadas en la obtención de alimentos, fibra, combustible y otros productos para el consumo y procesamiento humano.